"Un hombre se prepara para morir, pero la vida lo interrumpe". Desde esta formulación se propone a un Antón Chéjov en su largo día de tránsito a la expiración.
Chéjov se encuentra en Badenweiler (Alemania). Es el verano de 1904. La inminencia de la muerte se ha instalado en las articulaciones de su cuerpo; la combinación de la fiebre, el hastío y la ansiedad lo sumen en un estado rayano al delirio. Aguarda, con impaciencia, el arribo de su esposa, la actriz Olga Knipper.
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