"Conversación sin fecha", fotos como testimonios de vida, en ArtexArte

 

      Desde el pasado jueves 7 de marzo se puede visitar en ArtexArte, la exposición Conversación sin fecha, que pone en diálogo fotografías de Bernard Plossu (Francia) y Marcos Adandía (Argentina).

      Las fotografías de esta exposición son el resultado de muchos años de andar sentimientos, mares y desiertos, montañas, historia, familia, amores, ciudades, lugares del alma. La fotografía cómo testimonio renovado y presente de las vidas.

     En el caso de Bernard Plossu encontramos fotografías de más de sesenta años de haber sido hechas. Por su parte Marcos Adandía deja testimonio en diálogo de más de treinta años de respirar esta relación con las imágenes. Maneras libres de andar y mirar lo que nos convoca. 

      Nada está hecho pensando en este proyecto o en algún otro. No son proyectos. Es el sentimiento de conversar, sentir o tocar algo que no vemos. Que sabemos que ahí está por fe o esperanza, pero que es inaprensible. Hoy alguien nos convidó a tender nuevos caminos, sentimientos enamorados o desesperados que dan por resultado esta exposición “Conversación sin fecha”.  

      Este proyecto además se ha materializado en un maravilloso libro, coeditado por Ediciones ArtexArte y Dulce Equis Negra.

    "Conversación sin fecha" podrá visitarse con entrada libre y gratuita hasta el viernes 24 de mayo inclusive, de martes a viernes de 14 a 20 horas y sábados de 15 a 20, en ArtexArte, Lavalleja 1062, Villa Crespo, CABA. 

    Algunos de los testimonios de los propios artistas definen el sentido de esta muestra:

    Detrás del río Azul y frente a la falda del cerro Esmeralda están las tierras altas, allí viven los hombres pequeños. Su sonrisa es grande al igual que sus orejas y llama la atención la luz en su mirada. Para llegar hasta el lugar
es necesario caminar hacia el lado norte del río y subir a una tabla de ciprés con forma de barquito, que por los remolinos y la fuerza de las aguas te dejará en un sitio impredecible, a no ser que de la boca de un niño, portador de amor y buena fortuna, se pronuncie el rumbo preciso, en cuyo caso arribarás a un discreto amarradero bendecido por flores, lengas y nogales. Gracias a esto y a un secreto bien guardado, la comarca se mantiene libre de curiosos y bandidos.

     Sus viviendas son sencillas, una cama simple, dos banquitos, una pequeña mesa y un fuego que sirve para todo, el bañito está afuera. Todos los animales los quieren y acompañan, en las mañanas iluminadas se los puede ver caminar con mariposas jugando sobre sus cabezas, que saltan y se esconden entre sus cabellos grises y desprolijos. Se alimentan de lo que la tierra les da y saben qué, cómo y cuándo sembrar porque conversan con la tierra y con las semillas, luego hablan con las papas y las cebollas y con las aguas del río,
con las estrellas y con todo lo que hay en el cielo. Lo que no les conversa, no lo plantan. Durante el invierno descansan y en voz baja pactan con el frío hasta el regreso del sol. Porque encuentran en la fuerza de lo natural, la transparencia que es la luz de su magia y humildad.

     Para ellos el viento es el mensajero, el que recoge las memorias y las siembra en algún lugar de la Tierra. De este modo las historias viajan, van y regresan renovadas, vuelven a nacer, encuentran una nueva forma de respirar y compartir su secreto.

      Existe una línea de luz, una de sombra, y una historia latente en un breve espacio de vida, todo en constante movimiento, como en el rito del Ave del Paraíso, invocando una mirada que complete el milagro para el nuevo nacimiento.
La necesidad lleva a las almas hasta los confines de lo real, donde el resplandor de una palabra se disuelve en lo infinito del tiempo. Te impulsa a ser huella o misterio; un círculo continuo de amor y celebración para la oportunidad y la ilusión de recrear la vida, y también a la geometría desesperada de imágenes que habitan el espejo de los sueños, se refugian en el reverso de la mirada, por el ahogo, la cercanía de un abismo, o el abrazo de un padre que no llegó a tiempo.

        Es lo que está y se ha ido, los viajes y el descanso, una niña en Italia o una abuela en el desierto. Un barco en Marsella, un vendedor de sedas en Marruecos. La Mano de Fátima, los niños de Paris o los de Tepotzotlán. México, la selva, los caminos, los cielos y los besos.
Una profecía en cuarzo rosa y Juanito asomando a la vida en Catamarca. Tus zapatos o los aros que cuelgan en la pared de la casa, es la luz del sol sobre la cama, la piedra blanca y la ofrenda dulce de salvia y de copal. Lo que habita el alma del pájaro, que vuela, mira y sueña que por que canta sale el sol.

 

03/2024

Eventos

Dom May 05 @11:00 - 07:00PM
La mujer en el arte en una muestra del Museo Luis Perlotti
Dom May 05 @18:00 - 07:00PM
Brenda Martin presenta la música de Unísono
Dom May 05 @18:30 - 08:00PM
"Las mil y una óperas", un taller sobre teatro lírico